Misión de Moreno a contramano: el arca zarpó pero los aviones ya no vienen
Misión de Moreno a contramano: el arca zarpó pero los aviones ya no vienen
El Gobierno lideró esta semana una misión comercial a Sudáfrica que se sumó a las realizadas a Angola y Vietnam por iniciativa de Guillermo Moreno. Pero tuvo la mala fortuna de que el viaje coincidiera con el anuncio de South African Airways de la cancelación de la ruta Johannesburgo-Buenos Aires, único vuelo directo entre ambos países. El súpersecretario no viajó.
Con una población que supera los 48 millones de habitantes, un crecimiento económico del 2,5% en 2012 y un PBI de u$s 592.000 millones, Sudáfrica es el gigante del continente africano. Prueba de lo anterior es que su peso supone el 25% del PBI de toda África y un mercado interesantísimo en el panorama internacional, además de la entrada al africano en expansión. En 2010, Sudáfrica se unió a los BRICS, grupo de potencias emergentes formado también por Brasil, Rusia, India y China. Si bien es mucho menor en tamaño, fuerza económica y población que los demás, en cambio aporta el acceso a un continente que consume los productos de China o India, y donde la clase media crece de a poco. Sus productos están presentes en la mayoría de estados africanos al sur del ecuador. «Un mercado con 150 millones de clientes potenciales», resume Rafael Muñoz Abad, miembro del Centro de Estudios Africanos de la Universidad de La Laguna, con sede en las Islas Canarias.
A ese destino tan promisorio viajó esta semana la comitiva de más de 10 empresas bajo una misión organizada por la Secretaría de Comercio Exterior y la Cancillería, aunque esta vez el polémico Guillermo Moreno no fue de la partida. Para su fortuna, hay que decir, porque se ahorró un notorio papelón: es que la misión coincidió nada más y nada menos que con el anuncio el miércoles pasado por parte de la aerolínea sudafricana South African Airlines de la cancelación de su único vuelo directo entre Johannesburgo a Buenos Aires, medida que entrará en vigencia a partir de 2014. Según la compañía, la decisión responde a motivos económicos, ya que la ruta generaba pérdidas anuales de 50 millones de rands, aunque la embajada argentina en Pretoria mostró su disgusto y la atribuyó a una resolución de corte político. «La misión tuvo como objetivo centrar la atención en mercados no tradicionales», revelaron desde esa repartición a 3D, desde donde indicaron que no podían dar más precisiones, como también fue el caso de la firma Patagonia Distribution, que participó en este viaje comercial. El por qué del interés destinado a esta nación austral, en una empresa similar a las emprendidas a Angola, Vietnam y Azerbaiyán.
Tierra de riquezas y contrastes
Sudáfrica, donde se hablan 11 idiomas oficiales y la minoría blanca manejó el país buena parte del siglo XX bajo el régimen del Apartheid, es la potencia continental indiscutida. Sin embargo, la esperanza de vida no llega a los 50 años, uno de cada dos jóvenes está desocupado, mientras que el 17,8% de la población adulta convive con el SIDA y figura entre las naciones más desiguales del planeta. En contrapartida, el país sobresale por su potencial en recursos naturales, especialmente mineros. En efecto, es el principal productor mundial de platino, y se ubica en el quinto puesto en tanto oro y diamantes. En 2012 extrajo 28.000 kilos de platino, seguido por Rusia, con 26.000. Por su parte, produjo 170 toneladas de oro, perdiendo el podio a partir de 2007. El sector minero destaca por protagonizar recientemente todos los años una temporada de huelgas, con la trágica represión estatal en Marikana el año pasado, el peor episodio de violencia desde el fin del Apartheid en 1994, y 34 víctimas. El gran problema es que los más ricos (negros incluidos) se enriquecieron sobremanera mientras los pobres tienen cada vez menos. Pero en su conjunto, las condiciones de vida han mejorado en los últimos 15 años. «Hay un nivel social más alto, la población reclama mejores condiciones y el Estado no da respuesta a eso», opina María José Becerra, africanista y docente de las Universidades Nacionales de Tres de Febrero (UNTREF) y de Córdoba (UNC). «La gran desigualdad sudafricana y una alta criminalidad son factores negativos, aunque se intenta mejorar», agrega Xavier Aldekoa, corresponsal de La Vanguardia en África.
El objetivo de la misión fue la ciudad de Johannesburgo. «Esta urbe se erige como principal eje comercial ya no solo africano, sino como uno de los más poderosos del hemisferio sur», explica Muñoz Abad. Invertir en África es seguro y viable a través de la seguridad que Sudáfrica ofrece como el único gran país africano en vías de desarrollo. Para Aldekoa la ciudad es el pulmón económico y el reflejo del crecimiento nacional. «Johannesburgo se transforma día a día y en cada esquina se observa la vitalidad de su economía», complementa. Una economía que crece, si bien lo hace bajo una pauta más lenta desde la crisis subprime, que enfrenta una inflación mensual del orden del 6% en los últimos meses pero donde los precios de los alimentos subieron un 49% en los últimos cinco años. De todas formas, lo último no quita que el peso económico de Sudáfrica en la región subsahariana sea como el equivalente al alemán en la Eurozona.
Viejos conocidos
Las relaciones entre Sudáfrica y la Argentina no son una novedad. «Las exportaciones argentinas a Sudáfrica fueron en el primer semestre de 2013 de u$s 380 millones», enuncia Marcelo Elizondo, director general de Desarrollo de Negocios Internacionales (DNI). Pero tal vez no se trata tanto de números. «Justifica el haber elegido Sudáfrica como destino los lazos históricos sostenidos entre ambos países», advierte Marisa Pineau, africanista y profesora titular del Departamento de Historia de la UBA. Todos los gobiernos argentinos han tendido lazos a Sudáfrica.
«Es uno de los grandes socios comerciales que tiene Argentina en África porque se le considera el gran motor económico», comenta Becerra. Aunque se puede mejorar el contenido de las relaciones bilaterales, los números son positivos. «En 2012, Sudáfrica estuvo en el lote de países a los que la Argentina vendió más de u$s 1.000 millones al año», informa Elizondo. Por eso, el extremo más austral de África se ofrece como un mercado potencial a ser aprovechado.
Argentinos por el mundo
«En Sudáfrica hay muchos técnicos y operarios calificados argentinos trabajando, sobre todo en empresas relacionadas con el petróleo», observa la docente de UNTREF y UNC. De hecho, varias firmas argentinas operan o tienen relación directa con ese país, como el gigante Arcor. A ésta se suman otras, como Rizobacter, empresa del sector agropecuario que fabrica productos biológicos y los exporta también a Nigeria y Kenia. «Sudáfrica, Kenia y Nigeria ofrecen mercados con la clase de productos a vender ideales a nivel agrícola y son los tres en África que irradian tecnología», señala su presidente Ricardo Yapur.
La firma, que facturó u$s 77 millones en 2012, estima un saldo a favor de u$s 4 millones de exportación al país a fin del cierre económico, en junio de 2014.
Por otra parte, se trata de una nación con un déficit energético considerable, lo que abre puertas. «El tamaño del país es interesante y el nivel gasífero es bajísimo», remarca Osvaldo del Campo, CEO de Galileo, firma dedicada al GNC en 65 países desde 2008 que también opera en Johannesburgo.
La industria alimenticia no se queda atrás. Entre los principales productos que Argentina exporta a Sudáfrica se encuentran los pellets de soja, trigo, aceite de girasol, vehículos para transporte de mercancías y pellets de girasol. «Mientras tanto, las importaciones desde Sudáfrica principalmente se componen de autopartes y de químicos», sostiene Elizondo. En materia gastronómica, un ejemplo peculiar es Como Foods, un microemprendimiento del sudafricano Pierce Synnott que, casado con una argentina, instaló promisoriamente la venta de empanadas, muy poco conocidas. Desde diciembre de 2012 a fin de mayo de 2013 vio un crecimiento del volumen de ventas del 150% en relación al semestre anterior. «Esperamos que dé ganancia por primera vez a fin de febrero de 2014 y alcanzar aproximadamente u$s 350.000 en total por el año», pronostica, y agrega que es un buen momento para introducir nuevos productos al país africano. Sudáfrica es un destino de gran potencial para productos como maquinaria agrícola, alimentos elaborados, máquinas y aparatos. Asimismo, las condiciones logísticas y de proximidad son muy cómodas. «Por todo ello el comercio entre ambos países debería crecer en los próximos lustros», remata el director general de DNI.
RECUADRO
Maldita inflación
El rand, la moneda sudafricana (1 ZAR = u$s 0,10127), es volátil y su frecuente e inesperada fluctuación puede desarmar planes. Con una inflación mensual del orden del 6% en los últimos meses, sin embargo, los precios de los alimentos subieron un 49% en los últimos cinco años.
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