Historia de España: los pícaros y la literatura picaresca en el Siglo de Oro
Los pícaros en la España del siglo de oro. Estudio de la picaresca como fenómeno histórico y social de la España Moderna
Índice
I. Introducción
II. Un poco de historiografía u orígenes del fenómeno picaresco
III. Hacia una definición posible del pícaro y sus atributos característicos
IV. El entorno del pícaro y sus actividades
V. Picaresca y anomia
VI. Conclusiones
Bibliografía consultada
I – Introducción
El objetivo general de este ensayo de investigación es el estudio de la picaresca
como fenómeno histórico y social en la España premoderna. Se sabe que el tema ha sido objeto de copiosos estudios a lo largo de la producción historiográfica y literaria y que, con el fin de acortar toda la amplia gama de posibilidades para encarar el asunto, personalmente he optado (condicionado desde ya por la bibliografía disponible) por circunscribir el área de estudio a las ciudades castellanas de Sevilla y Madrid (y hasta cierto punto también Valladolid) en un período específico que es la época del Siglo de Oro, los siglos XVI y XVII.
Para no dar lugar a equívocos, debo formular una advertencia al lector. Ante todo, la intención de este trabajo es construir un acercamiento al tema a partir de un enfoque histórico determinado, y no tanto literario. Es decir, si bien se harán algunas consideraciones respecto a la literatura picaresca, no obstante el análisis esbozado presentará un enfoque histórico y dará una visión de conjunto del pícaro en tanto actor social inscripto en un determinado período histórico y en un ambiente en particular, como ya se apuntó en el párrafo precedente.
En concordancia con el tema referido en el párrafo anterior, debo formular una
nueva aclaración. La misma versa en que si bien gran parte del tema es encarado a partir del acercamiento a la literatura picaresca, ya que ésta ofrece una valiosa fuente, no obstante es fundamental tener bien presente un problema metodológico que deviene de utilizar este tipo de novelas como documento histórico fehaciente.
Este problema es planteado dentro de la bibliografía disponible por Antonio
Domínguez Ortiz en un artículo de los Cuadernos Hispanoamericanos, en la edición homenaje a José Antonio Maravall. El primero llama la atención respecto a que los pícaros “…han sido materia prima de la fabulación literaria, pero apenas hay sobre ellos investigaciones…”1, es decir, se habla de personajes literarios, no de hombres de carne y hueso. En definitiva, traigo a mención el problema de las fuentes, en primer lugar su carencia, no hay relatos autobiográficos porque generalmente el pícaro era un sujeto muy poco cultivado, ni testimonios históricos ni tampoco documentales. En segundo lugar este mismo autor detecta que muchas veces al pícaro se lo confunde con el delincuente y entonces no es fácil identificarlo dentro del conjunto de procesados por el Santo Oficio.
Este dato es lo más saliente en cuanto a las fuentes oficiales disponibles, y a esto se suma lo antedicho, que son mal conocidas, complicando el panorama ya turbio de la claridad y presencia de los documentos, a pesar de la riqueza documental del género picaresco en España observada por Parker2 –pero sin olvidar la crítica objetada al comienzo del párrafo–.
Entonces, dejado de lado el asunto de las fuentes, y una vez establecido lo más
importante del tema, en primer lugar, y para abordar correctamente el tema, se hace evidente la necesidad de contar con una definición precisa sobre la picaresca para adelantar, por otro lado, lo que significa el concepto de pícaro en tanto actor social, desde una definición que transite de lo etimológico hasta los condicionantes sociales.
Antes de abordar el fenómeno en cuestión quisiera comentar cuáles serán los dos objetivos que guiarán el transcurso de esta exposición. El primero será demostrar cómo la lógica de actuación del pícaro se inscribe dentro de la categoría de “anomia” social en tanto construcción sociológica, con el fin de entender la crítica que su mera presencia formula al interior de la sociedad. A continuación, sostendré que puede ser materia de discusión, vista desde la perspectiva del sujeto, si esta crítica era consciente, por lo que es más certero asegurar que obligadamente debe interpretarse de tal manera respecto al tratamiento que recibió desde el género.
Continuar la lectura en: http://redsafeworld.files.wordpress.com/2012/02/los-pc3adcaros-en-la-espac3b1a-del-siglo-de-oro.pdf
me interesa con fines academicos el articulo
Muchas gracias por el interés, estimado Humberto.
Sírvase del mismo, siempre citando. Muchas gracias por la visita.